La Habitación 111 ... Grande Nicolás, Grande !!!

Txirten, Viernes 15 Noviembre 2013

El Txirten Flat felicita a Nicolás Romero por su grandeza y valentía, y le agradece la lección y el ejemplo que nos ha dado a todos. Nico el que más, pero también su hermana Ane, y sus aitas Esther y Alfonso.
¡¡¡¡ Enhorabuena a Nico y a ellos !!!!

¡¡¡¡ Vamos Nico !!!! ¡¡¡¡ Vamos Romero !!!!

La Habitación 111

Eres Grande. Eres Único. Va por ti.

Por Alfonso Romero - 3 Agosto 2013

Hoy es un día como otro cualquiera en la habitación 111 del Pabellón San Pelayo del Hospital de Basurto. Hoy hacemos 68 noches de alojamiento en donde, desde hace una temporada, está siendo nuestro hogar. No es nuestra última noche. Nos quedan muchas más. Y está siendo nuestro hogar porque padre e hijo estamos compartiendo muchísimas cosas, muchísimas experiencias, muchas de ellas muy malas, y donde nos estamos relacionando en nuestros 8 metros cuadrados.

Estoy muy agradecido a todos aquellos que habéis puesto interés en la evolución de la enfermedad de Nicolás. Una enfermedad, grave, pero de la que vamos a dar cuenta de ella, de la que estamos cada vez más alejados y a la que, cada vez, tememos menos. Una enfermedad que ha puesto de manifiesto muchas cosas: por un lado, lo fuertes que pueden ser algunas personas que te rodean y que están ahí para dar el do de pecho y animarme, sabiendo cómo lo deben de estar pasando. Me refiero a Esther, que ha sido todo un portento de entereza. Que ha sabido sobrepasar al desaliento y que ha sido imperturbable en momentos en que me he derrumbado. Ahí estaba para recogerme y hacerme ver que el vaso estaba medio lleno y para tirar del carro.

Y el otro; el gran protagonista. Nico. Qué voy a decir de este chaval que me ha dado, y sigue haciéndolo, unas clases de optimismo, de calma, de aguante, de estar sufriendo y de no quejarse, de no desfallecer en ningún momento, después de 2 intervenciones en el cráneo, de 3 punciones lumbares, de otra operación para instalarle el reservorio, de 4 ciclos de quimioterapia que me harían retorcerme en la cama, de innumerables pruebas radiológicas, analíticas, con una ración diaria de inyección en la tripa para combatir un trombo durante 6 meses, etc... Ni una sola mala palabra, ni una queja, ni un suspiro de desilusión. Con la sonrisa en la cara permanente, con mucho respeto hacia todo el personal sanitario que le acompaña. Hijo, hoy también me has dado otra lección. Otra más. Eres grande. Eres único. Va por ti. Te quiero. Lo has conseguido. El mérito es tuyo; y es enorme. Gracias por todo.

Alfonso Romero